COMPAÑIA ARGENTINA
DEL SUD S.A.
La Compañía Argentina del Sud, conocida popularmente como ARGENSUD, fue fundada el 1 de noviembre de 1919, tomando como base las casas de comercio de las firmas Müller Hermanos, Stubenrauch y Cía., y Federico Brohme.
Esta sociedad, que comenzó con la adquisición de negocios en diversas localidades de la Patagonia, rápidamente se convirtió en una pieza clave para el desarrollo económico de la región.
Fotografía tomada desde el muelle viejo en la década de 1920.
En ella se ven varios comercios importante de la época, La Anónima, el Argensud, y casa Watson.
En Puerto San Julián, ARGENSUD estableció su sede en el local que previamente pertenecía a los hermanos Müller, ubicado en el predio donde actualmente se encuentra el gimnasio municipal.
Desde su fundación, la compañía se destacó por su amplia oferta de productos y servicios, operando como una empresa de ramos generales que abarcaba desde ferretería y moda hasta la venta de automóviles, con secciones de almacén, bazar, perfumería y zapatería.
Fotografía del incendio del local de Argensud, en el año 1939
El 9 de febrero de 1939, el edificio de ARGENSUD en San Julián sufrió un devastador incendio que obligó a la empresa a buscar una nueva ubicación.
En ese año, Argensud adquirió el edificio que pertenecía a Watson y Gordoniz, otra destacada casa comercial de la localidad, donde reestablecieron sus operaciones.
Fotografía por el festejo de los 25 años de la empresa, en 1944.
Argensud ya estaba establecida en el edificio de Watson.
La Compañía Argentina del Sud jugó un papel fundamental en el progreso de Puerto San Julián, conectando a la población urbana y rural con un suministro constante de productos y servicios de alta calidad.
Además, la empresa tenía una política de crédito generosa, especialmente hacia los hacendados, lo que permitió a muchos de ellos mantener y desarrollar sus actividades en un contexto económico en crecimiento.
La segunda mitad del siglo XX trajo consigo un período de declive para muchas empresas en la región.
La desertificación de las tierras producto del sobre pastoreo y las dificultades de acceso al agua, cambiando con la falta de tecnologías apropiadas, y la caída en los precios internacionales de la lana, sumado al surgimiento de fibras sintéticas, erosionó significativamente la rentabilidad de la actividad ganadera en la Patagonia.
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Como resultado, ARGENSUD, junto con otras compañías establecidas en San Julián, comenzó a experimentar un sostenido deterioro que culminó con el cierre de su sede en la localidad a fines de la década del 70.